Universidad Cisneriana de Alcalá de Henares
Índice del artículo
- Historia de la Universidad Cisneriana de Alcalá
- Arquitectura de la Universidad Cisneriana: joyas del Renacimiento
- Qué ver en tu visita a la Universidad Cisneriana
- Consejos prácticos para visitar la Universidad Cisneriana
- La Universidad Cisneriana como Patrimonio de la Humanidad
La Universidad Cisneriana de Alcalá de Henares es mucho más que un monumento histórico: es el testimonio vivo del Renacimiento español y la cuna del humanismo en la península.
Fundada por el Cardenal Cisneros en 1499, esta institución revolucionó la educación europea y hoy sigue asombrando a cada visitante con su impresionante arquitectura.
Historia de la Universidad Cisneriana de Alcalá
Del Estudio General a la fundación del Cardenal Cisneros
Aunque Alcalá contaba con un Estudio General desde 1293, aprobado por el rey Sancho IV, la verdadera revolución educativa llegó el 13 de abril de 1499. Ese día, el Cardenal Cisneros obtuvo del Papa Alejandro VI la bula que permitiría crear algo completamente innovador: una universidad que combinaba lo mejor de París, Salamanca, Bolonia y Lovaina.
El nombre original era Universidad Complutense, haciendo referencia a Complutum, la antigua ciudad romana sobre la que se asienta Alcalá. Si quieres saber más sobre la Complutum Romana, únete al free tour de Alcalá de Henares más completo.
Cisneros no solo quería formar al clero para la reforma eclesiástica, sino también crear funcionarios competentes para los reinos de España. La primera piedra se colocó el 14 de marzo de 1501, y la primera promoción comenzó sus estudios el 18 de octubre de 1508, día de San Lucas.
Visité ayer la universidad y me sorprendió ver cómo los símbolos del Cardenal Cisneros siguen presentes en cada rincón. El cordón franciscano en la fachada nos recuerda que Cisneros perteneció a esta orden, y su legado permanece intacto cinco siglos después.
Esplendor y decadencia: siglos XVI-XIX
Durante los siglos XVI y XVII, la Universidad Cisneriana se convirtió en el epicentro intelectual de España. Por sus aulas pasaron figuras como Antonio de Nebrija, Ignacio de Loyola, Lope de Vega, Quevedo y Calderón de la Barca. Sus constituciones fundacionales sirvieron de modelo para las nuevas universidades americanas, expandiendo el modelo cisneriano por todo el imperio español.
Sin embargo, la desamortización de Mendizábal en 1836 supuso el cierre y traslado de la universidad a Madrid. El edificio fue vendido a particulares que despojaron sus interiores de obras de arte. Afortunadamente, en 1850, varias familias alcalaínas formaron la Sociedad de Condueños para salvar el edificio, pagando 90.000 reales al Conde de Quinto antes de que vendiera hasta la fachada. Gracias a ellos, hoy podemos disfrutar de este tesoro arquitectónico.
Arquitectura de la Universidad Cisneriana: joyas del Renacimiento
La fachada plateresca de Rodrigo Gil de Hontañón
La fachada del Colegio Mayor San Ildefonso, trazada por Rodrigo Gil de Hontañón entre 1537 y 1553, es una obra maestra del plateresco español. Cuando la vi ayer, quedé absolutamente impresionado por su monumentalidad y la riqueza de sus detalles. Es una fachada que cuenta historias en cada elemento decorativo.
El escudo de Carlos V preside la composición junto a las Columnas de Hércules con el lema "Plus Ultra". Dos alabarderos protegen la ventana de la antigua biblioteca, mientras que atlantes sostienen simbólicamente las columnas del saber. En el frontón superior, Dios bendice con una mano mientras sostiene el globo terráqueo con la otra, y todo el conjunto se remata con una balaustrada decorada con jarrones flamígeros.
Los medallones con las imágenes de los doctores de la iglesia católica y el omnipresente cordón franciscano nos recuerdan constantemente la vocación religiosa y humanista de la institución. Es una fachada que necesitas contemplar con calma para apreciar cada símbolo y su significado filosófico.
Los patios monumentales: Santo Tomás, Filósofos y Trilingüe
El Patio de Santo Tomás de Villanueva, llamado así en honor al primer estudiante canonizado de la universidad, fue diseñado por Juan Gómez de Mora hacia 1618. Su estilo clasicista destaca por la monumentalidad y sobriedad. La inscripción "En luteam olim celebra marmoream" (antes en barro, ahora en piedra) hace referencia a la transformación del material original. Es bastante bonito con sus portales, y cuando lo visité pude apreciar la armonía de sus proporciones.
El Patio de Filósofos, reconstruido en el siglo XX, era donde se encontraban las salas de audiencias del Rector y la antigua cárcel universitaria. El Patio Trilingüe, perteneciente al antiguo Colegio de San Jerónimo, debe su nombre a que allí se estudiaban latín, griego y hebreo. Su claustro renacentista de Pedro de la Cotera se ha conservado extraordinariamente bien.
Cada patio tiene su propia personalidad arquitectónica, pero todos comparten esa atmósfera de serenidad académica que transporta al visitante a los tiempos dorados del humanismo español.
Qué ver en tu visita a la Universidad Cisneriana
Espacios abiertos al público
La buena noticia es que gran parte del Colegio Mayor San Ildefonso está abierto a las visitas. El patio principal se puede recorrer libremente, y es una experiencia que recomiendo vivir con tranquilidad. Los portales ofrecen sombra y perspectivas fotográficas espectaculares de la arquitectura renacentista.
El jardín también es visitable y alberga un restaurante con menú del día donde puedes hacer una pausa. Es un espacio agradable que combina la función práctica con el disfrute del entorno histórico. Durante mi visita, observé cómo muchos visitantes aprovechaban para descansar en este oasis verde dentro del conjunto universitario.
La Capilla de San Ildefonso merece una mención especial. Aquí está enterrado el Cardenal Cisneros, y el espacio mantiene toda la solemnidad que corresponde al lugar de descanso del fundador. Su estilo gótico-mudéjar con decoración plateresca crea una atmósfera única de recogimiento y belleza.
El Paraninfo: joya cerrada pero imprescindible
Aunque el Paraninfo estaba cerrado al público durante mi visita, es importante mencionarlo porque es la sala más emblemática del edificio. Su artesonado mudéjar del siglo XVI con decoración renacentista y la galería superior con estucos platerescos lo convierten en una joya artística única. El suelo conserva una alfombra de azulejería mudéjar original.
Cada 23 de abril, Sus Majestades los Reyes entregan aquí el Premio Cervantes, el galardón más importante de las letras en castellano. Aunque no siempre es accesible, merece la pena informarse sobre las visitas guiadas especiales que ocasionalmente permiten acceder a este espacio extraordinario.
Consejos prácticos para visitar la Universidad Cisneriana
La entrada al Colegio Mayor San Ildefonso se encuentra en la Plaza de San Diego. El mejor momento para visitar es por la mañana temprano o a última hora de la tarde, cuando la luz realza los detalles de la fachada plateresca.
Información práctica:
- Horario general: martes a domingo, con horarios variables según temporada
- Entrada gratuita a los patios
- Acceso para personas con movilidad reducida en la mayoría de espacios
- Fotografías permitidas sin flash
Un consejo personal: después de la visita, pasea por los alrededores. La Capilla donde está enterrado el Cardenal Cisneros, justo al lado del edificio principal, complementa perfectamente la experiencia (podría estar cerrada). Alcalá de Henares tiene mucho más que ofrecer, y la universidad es el punto de partida perfecto para descubrir esta ciudad Patrimonio de la Humanidad.
La Universidad Cisneriana como Patrimonio de la Humanidad
El 2 de diciembre de 1998, la UNESCO declaró la Universidad de Alcalá y el recinto histórico de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad. Este reconocimiento no fue casualidad: Alcalá representa el primer ejemplo de ciudad universitaria planificada de la Edad Moderna, un modelo que se exportó a América y Europa.
La singularidad del modelo universitario cisneriano, su aportación histórica a las letras y las ciencias, y la belleza de sus edificios justifican sobradamente esta distinción. La universidad fue pionera en crear un campus ex-novo, diseñado específicamente para la función educativa, integrando residencias, aulas, biblioteca y servicios en un conjunto urbano coherente.
Hoy, la Universidad de Alcalá moderna, refundada en 1977, mantiene vivo el espíritu humanista de Cisneros. Con más de 29.000 estudiantes, continúa siendo un centro de excelencia académica que honra su legado histórico mientras mira hacia el futuro. La combinación de patrimonio histórico y vitalidad universitaria actual hace de Alcalá un lugar único en el mundo.
Visitar la Universidad Cisneriana no es solo contemplar piedras centenarias. Es conectar con el espíritu del Renacimiento español, entender cómo la educación transformó una época y apreciar cómo ese legado continúa vivo. Cuando atravieses sus patios y contemples su fachada, estarás pisando las mismas piedras que Cervantes, Lope de Vega y tantos otros genios que forjaron nuestro Siglo de Oro.